16 junio 2019

METAFORAS PARA MI HIJA MENOR



METAFORAS PARA MI HIJA MENOR

El Hammingbird
Un  jaminberd se acercó a mi oreja, me contó  que te “vió” feliz y se alejó.
Volvió al cabo de un rato y corrigió (cambiándole el tiempo al verbo) : la “veo” feliz y se alejó.

La Descripción
Estoy lejos de allí y de ti. No veo ni tu andar ni tu entorno diario y real.
Solo de cuando en vez escucho tu voz  y evalúo su texto e intuyo lo que hay en su interior.
Mi vejez y no mi supuesta erudición  ve con certeza  el alma de la emoción que explica lo que escuché del jaminberd.

Conclusiones  preliminares después de oír al jaminberd

La Musica.
La musica define el ritmo y la cadencia y la intensidad del andar del ser.
La musica tiene un texto que no es para el que escucha igual que para el autor pero tiene, por ser música, la magia de que  la interpretación nueva  del texto aquel logra muy similar emoción.
La música se puede escuchar y también se puede solo imaginar escuchar.

Aceptada esta condicionante premisa que  nace desde la profundidad de mi discernimiento resulta fácil comprender que no da igual la musica que se permita sonar  para que el alma pueda escuchar  el despertar cada día y a partir de  alli volar.


El Mar.
Se mueve el barco que soy según la intensidad y dirección del viento que abomba su vela.
Yo capitan del barco que soy tengo el poder de orientar su navegación  y modificar cada vez su abatir en función de que es el sol   el faro que guía el curso de mi embarcación.
Y es el Sol visible ( cual música  tanto en mis ojos como en mi imaginación) aun cuando negras nubes lo puedan eclipsar.
Iré hacia allá.
Hacia la soleada playa a la que quiero llegar,
y navegaré cada vez,
sin importar cuantas veces tenga que zarpar
cada vez que  algún temporal me haga derivar.
Navegaré hasta llegar a esa playa soleada a la que quiero llegar.
Conozco las olas de mar adentro y les temo porque tienen la capacidad con su fuerza de hacerme zozobrar.
Pero ya he navegado lo suficiente para aprender el cómo enfrentarlas cada vez en cada vendaval.

La Selva
Expongo mi cuerpo en el que se lucen  tantas cicatrices como batallas he tenido que librar.
Se bien que otras heridas podrán dibujarse en  mi piel cada vez al avanzar pero lo hago igual   confiado en que eso no ocurrirá  porque he aprendido a reconocer _ de entre las miles de hojas verdes_  a aquellas   espinosas  que me podrían dañar.  Se ya que  algunas espinas se visten de pistilos para engañar.
Frente al manto verde impenetrable del bosque intimidante,  me presento valeroso y confiado en que se abrirá un  camino que me invitará a avanzar sin subterfugios  y, dado lo que recuerdo de cada ayer, voy con cuidado pero confiado en que será hermoso el recorrido y que culminará, porque  asi tiene que ser, en el claro soñado  para soñar y a partir de alli construir la felicidad.

Tropismo
Asi como los tallos  de las plantas  buscan el sol , asi la esencia del ser busca permanente la emocion de felicidad como  justificación única de su creación.
Se busca entonces  esa realización en  cada acción y se constituye asi  el “bien superior”  que es el faro  orientador del caminar.

Moralejas
Es la oscuridad el mejor fondo para encontrar fácilmente la luz.
Pon cada vez para escuchar  musica que te lleve a lo esencial.
Busca en el mar la corriente tibia que te acerque al sol. Confía en ella para orientar tu timón.
Cuando en la jungla no dejes de caminar aunque te afecte un dolor ni dejes de intentar por miedo a caer.

Conclusiones 
No dejes de hacer porque es detener al ser.
Mira a tu alrededor y veras que hay quienes celebran tu caminar.













Av. Recoleta

  i pasó por la vereda de enfrente. Creo que me miró. Creo. Quizá    solo lo imaginé porque s iguió sin voltearse. No enlenteció su paso. i ...