14 junio 2020

Suenan bombas ¿afuera?


Afuera, tras la ventana, brilla el sol.
Las hojas de los arboles de mi patio reciben y me muestran la brisa.
Cruzan fugaces en ese cuadro pequeños pájaros; 
cercano un colibrí exhibe su destreza  y más allá 
un grupo ese cinco pequeñas tórtolas pasean sin temor 
sobre las piedras del sendero del jardín.

Al interior de la casa, 
sentado en el extremo mullido  del sillón,  
escuchando a la Callas en Un bel di vedremo,  
observo  proyectado en los vidrios,  
ese mínimo rincón del planeta en el que habito 
y simultáneo en  mi corazón 
la emoción de mi  ser en este momento azaroso .

Mas allá de estos limites visibles 
la pandemia hace estragos silenciosamente. 
Imagino  bombas destrozando contingentes de embriagados insurrectos  en los callejones aledaños.
Yo, reposado, me siento   a salvo.

Mi vista fija en una foto de hace mas de 40 años que recién me ha llegado.   
Mi sentir es el de entonces. 
Las escenas que invisibles se proyectan en el espacio en que estoy 
y que nadie mas puede ver  
son las de  ayer y son las que me hicieron feliz. 
Se adhirieron,  como capa cornea a mi y está  aún en  lo que  ahora soy.
Tengo ganas de abrazar.
Siento ganas de besar.

Av. Recoleta

  i pasó por la vereda de enfrente. Creo que me miró. Creo. Quizá    solo lo imaginé porque s iguió sin voltearse. No enlenteció su paso. i ...