09 diciembre 2022

En vuelo nacional


No logro entender de que finalmente se trata.

Despierto y  lo sé. Y lo sé  porque lo sé . Sin más. 

Eso ya me resulta extraño.

Podría ser que fuese solo un sueño el Despertar. 

Pero si fuese solo un sueño sería cuestión de esperar pues debería terminar con un  despertar y allí estaría nuevamente con la misma conjetura.

Acepto ahora, para seguir elucubrando, que  he despertado de verdad y que si estoy despierto.


Entones....ya despierto.....habiendo dejado de soñar.....¿que debo hacer?

No tengo muchas opciones o más bien tengo, como habitualmente,  solo una seguidilla invariable: levantarme, 

asearme la suciedad contraída involuntariamente por la noche desde mi mismo, vestirme a la  usanza establecida obligatoriamente, 

ingerir el alimento matutino repetido diariamente y 

salir hacia donde ocuparé muchas horas en hacer lo que comprendo  me resportará los billetes de cambio que usaré para pagar lo que consumí y que fue necesario para poder hacer 

exactamente lo que describí 

desde el despertar hasta el volver a soñar , 

día tras día, 

igual.


Poco después del diario trabajar y hasta poco antes del ritual del volver a dormir, se ocupa mi ser en “vivir”.  

Y llamo vivir a aquello que hago porque lo decido libremente hacer y porque me place, aunque siempre limitado el hacer a lo posible de hacer. 

Es poco el tiempo para este vivir siempre.

Si lo prolongo le resto tiempo al dormir y al soñar y eso no me gusta.


Ocuparé el breve tiempo en tocar la guitarra y trataré de  terminar esa canción que empecé hace años atrás ; mejor intentaré sacar esa canción que siempre quiero cantar y que aún no se como tocar. 

Quizá mejor volveré a  tomar el  Saxofon que ya empezaba a soñarme con ese  dulzor que siempre deseé.

Mejor escribiré; me resulta más fácil y me encanta porque lo siento como similar al soñar.  Inventar el cuento y los personajes y los episodios y los finales. 

No. Escucharé  música mejor mientras me libo unas dos copas grandes de carmenere y degusto una buena porción de queso Roquefort que me encanta. 

No! Nada de eso esta vez. 

Estás tú  en casa y quizá esperándome y es bueno conversar y planear y ordenar y soñar y ….discutir.

Debo considerar qué hay tiempo que debo ocupar en  cenar y aunque opino que es una acción grotesca, animal  e inexplicablemente necesaria en atención a la superioridad intelectual de la humanidad… debo reconocer con vergüenza que me encanta y que le otorgo su tiempo sin culpabilidad.


Todo esto haré tras despertar,

Todo eso hago cada vez. 


Vuelvo al cuestionamiento inicial: 

De que se trata finalmente este “vivir” ?

Quiero encontrar la respuesta para otorgarle razón al hacer de mi ser. 

Para justificar lo que intuyo debo hacer : 

limitar el vestir,

limitar el trabajar como mecanismo de obtención de dinero a su mínima y justa expresión 

y quedarme en mi y en ti para fundir en uno en tiempo del vivir y el soñar. 


Sospecho que se trata de lograr que para cuando  la muerte sea el despertar ,

nos encuentre felices. 

Av. Recoleta

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