Reunión magistral en
un aula magna del grupo total 73-80, de asistencia no controlada.
Se configuran, en cortometrajes,
personajes que invitan a auscultar su personalidad y estilo singulares y muestran proponentes textos
resumidos que transparentan intereses tan disimiles y contrastantes como
insospechables.
Se representan historias explicitas y
para intuir; ajustadas y desajustadas, oportunas y extemporáneas, reales e
inventadas.
Se ofrecen y piden ayudas; se
solidariza real y virtualmente; se toman y se dan opiniones, ideas y juicios. Se critican, describen y comparten
situaciones y emociones individuales y del grupo de entonces.
Se reclaman y se detractan estatutos
de manifestación por sí y por no; se cela la prudencia; se sobre exalta la
ética; se comprende y justifica cada caso; se reconoce el cariño final.
Se protege la existencia del chat. Se
dan y se omiten opiniones públicas. Se ejercitan invisibles chats privados.
Se muestran algunos varios de sus
integrantes a través de opiniones jugadas y de fotos; se insinúan otros
cuantos; se ocultan los más.
Se retira un jugador y se informa. Se
ingresa uno nuevo y se nota.
Se otea. Se otea.
Para el pintor cada vez el chat tiene
una paleta distinta de colores sobre los que predomina diariamente uno
distinto.
Para el músico cada vez el chat tiene
un ritmo y un tono y un decibel distinto sobre los que predomina diariamente un
género.
Para el creyente tiene la suma de los
buenos deseos de cada intimo credo
Para el agnóstico resabios de la tribalidad
humana.
Para el medico el apoyo orientador de
su par mas versado.
Para el compañero nostálgico el chat significa el reencuentro mágico con el
ser de un septenio imborrable.
Para el escribiente es una ventana
permanentemente abierta para exponer los textos de lo pensado.
Para el tertuliante noctambulo el espacio
para gritar la frase concluyente de la noche.
Para el amigo el cartel para dibujar
el corazón del no cumpleaños; para hacer el pegoteo del chiste encontrado
compartible.
Para el solo observador, el chat es
el objeto para mirar y guardarse para si o para después en privado su comentar.
La puerta está abierta para todos.
Una vez adentro puedes hacer nada y
luego salir. Puedes hacer nada y quedarte. Puedes anunciarte; puedes gritar que
estas. Puedes apenas carraspear para que
se te note.
La puerta estará abierta siempre. Cuando salga el último no la deberá cerrar por si otra generación quiere ocupar el mágico espacio y prosperar.
2 comentarios:
Interesante reflexión estimado amigo, cuando leo tus palabras y me acuerdo de los dimes y diretes del chat concluyo que a pesar de haber transcurrido 35 años , seguimos siendo los mismos, los que participan, los que observan, los comprometidos, los pasivos, los que hicieron de la profesión sólo un modo para sobrevivir o conseguir sus logros, principalmente económicos. Seguimos tal vez siendo meros expectadores de un ciclo que se repite por siglos, y en el que a veces pareciera que los esfuerzos que se hacen por cambiar quedan en el intento, en el discurso, y como tú contemplo preocupado a mis hijos, a mi alrededor y no sé si a mis antepasados les surgió la misma duda y preguntas, ¿ vamos por el camino correcto? o sólo marcamos un paso cansado pero eterno, como diría Gardel y Le Pera, "en el mismo barro, todos manoseados", sin embargo los chispazos que uno ve todos los días, en pacientes, en personas, en el que sonríe a la vida a pesar de la adversidad que le rodea, nos habla de que hay un capital en todos, que tal vez necesitamos explorar, sin miedos, sin recelo, porque la vida parece ser más que esto, y no lo digo pensando como un creyente que se aferra a la posibilidad de trascender en un "más allá", sino en la necesidad de calmar a un espíritu que parece decirnos en el fuero interno que podemos ser diferentes. Como bien lo dices hay cosas para tomar y dejar, para acercar y alejar, necesitamos la valentía y el desprendimiento de los que se atreven, cruzan el umbral y trascienden....
Excelente reflexión sobre éste invitado que llegó para quedarse...representa y satisface la necesidad de compañía , la necesidad de interactuar, la necesidad de socializar del ser humano, desentir compañía en el instante que desee, conformándose con la presencia virtual de emisores y receptores.El chat aleja y acerca, despierta y satisface la curiosidad, entretiene y fastidia, ata y deja libre... la dualidad. Grácias una vez más por compartir.
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