La tarde gris terminó.
En mi mente el temporal de imágenes y ficticias situaciones
se interrumpió cuando, de pronto,
un puntito de luz que se coló por la ventana
rebotó en el piso de tablas
en el mismo lugar en que se había adherido mi mirada.
Cambió el temporal.
Llegaron la brisa y el rocío fino del mar a mi cara
y el sol y el calor de la arena blanca y fina a mi entorno.
En mi ser la congoja viró hacia alegría
y se llenó mi animo de energía
y mi musculatura de tono
y mi rostro de sonrisa.
El aire llenó mis pulmones
y lo sentí difundir hasta la punta de mis dedos.
Busqué rápido mi diario virtual para volcar allí
la emoción que me embarga
y que quiero retener para que sea eterna.
Volverán tardes grises. Lo se.
Que mas quisiera que no.
Pero buscaré cada vez a esa luz
que colada como rayo por mi ventana
encontrará mi mirada y mas que eso
mi alma.
2 comentarios:
Esos días grises aparecen en mi ventana queriendo instalarse por un tiempo...sin embargo.....adivina!!! Tambien logra ingresar esa luz como rayo, que de rebote llega a mis ojos ..haciendome sentir, al igual que a ti...alegria y paz....me he dado cuenta que siempre existe un pequeño espacio por donde puede ingresar ese haz de luz.
TAP
A veces no importa que tan grises sean los días. Escuche una vez...unas bellas palabras... dichas con el amor más grande que se puede conocer...escuché atenta... "no importa que tan grises sean los días, ni que tan nublado esta el cielo... siempre debemos caminar hacia allá.. donde tu y yo sabemos.. estará el sol"
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