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Es difícil saber al mirar desde aquí dónde está mi existir.
Puede ser allá ,
al final de la luz.
Puede ser aquí
donde vuelan los ibis
o aquí donde los colibríes
pero claramente no solo acá
donde están mis pies .
REGISTRO ATESORADO DE LOS PENSAMIENTOS QUE PROVOCAN LAS EMOCIONES QUE DEMUESTRAN QUE EFECTIVAMENTE EXISTO.
Esta es la visión de un momento cualquiera de la existencia de todos.
Mientras mantengo la mirada veo,
cada vez,
un momento plástico diferente.
cada vez
una visión única e irrepetible.
Este cuadro multidimensional y sin bordes limitantes
es la imagen intangible de un espacio en el que está contenido todo.
Todo.
Incluso nosotros.
Mirar fija y detenidamente está imagen
me abduce y me acerca a la esencia de mi ser
y al invisible e incomprensible sentido del existir.
Destellos abstractos en mi mente
crean emociones tan intensas que liberan el llanto.
¿ quien ante tanta belleza global y mágica
podría no querer detener la visión es este oráculo?
Confinado así, en el espacio que reconozco como guarida de mi corporalidad y albergue de mi ser espiritual, estoy grato.
Voy a meditar con los ojos abiertos respecto de cómo debo emplear este tiempo para crecer.
Voy a observar que cosas de las que no he hecho debería hacer y cuál primero y cuál después.
Me entristecerá enormemente el enterarme que son varias las actividades posibles y que no he realizado en tiempos de “normalidad”. Y me afecta así porque siento haber perdido un tiempo vital.
Definiré primero un momento exclusivo para mi, asegurándome privacidad total, sin posibilidad de ser interrumpido y sin premura,.
Buscaré entonces así respuesta a todo aquello que hasta ayer pude haber considerado insustancial y esnob.
¿cual es mi verdadero rol en este lugar que ocupo (en el mundo) y en el que estoy?
¿quien soy efectivamente para quienes me rodean?
¿soy acaso el que deseo ser?
¿soy realmente feliz haciendo lo que hago y así hasta hoy?
¿puedo formular cambios en mi vivir que me acerquen mas directamente a esa felicidad?
¿puedo hacer más felices a los que quiero y que están en mi entorno?
¿Es el dinero para mi un carcelero de mi vivir?
¿Puedo alejarme de él?
¿cuanto tiempo de vida realmente me queda?
¿será suficiente para alcanzar a realizar todo aquello que deseo hacer?
Creo que para empezar a conversar seriamente conmigo mismo estas son suficientes interrogantes que ocuparán un no tan breve tiempo para esbozar contestaciones.
Ya mañana me veré ejercitando algo de lo que me pude proponer.
Y desde ya agradezco la oportunidad que se me ha brindado para buscar e intentar encontrar aquella parte de mi que es la no instrumental , la impellejada, la invisible, la que puede o no ser feliz.
i pasó por la vereda de enfrente. Creo que me miró. Creo. Quizá solo lo imaginé porque s iguió sin voltearse. No enlenteció su paso. i ...